En una época en la que se presta cada vez más atención a la sostenibilidad, el bienestar personal y la practicidad, cada vez más familias italianas se cuestionan la calidad del agua que consumen a diario a través de un sistema dispensador. La elección ya no es sólo entre agua del grifo y agua embotellada; se ha abierto una tercera vía, cada vez más popular: la de mejorar el agua doméstica mediante sistemas de tratamiento específicos. Desde 1994, en DKR estamos especializados en soluciones innovadoras para el mundo del aguaexperiencia que nos permite hoy asesorar mejor a quienes buscan un surtidor para su hogar.
Partamos de un supuesto fundamental e indiscutible: el agua que llega a nuestros hogares a través de la red pública es potable y cumple estrictos parámetros legales, que las autoridades sanitarias controlan constantemente. Sin embargo, su recorrido no termina en el contador. Las tuberías del interior de un bloque de pisos o una casa, sobre todo si son viejas, pueden alterar a veces características organolépticas, como el sabor o el olor, o desprender pequeñas partículas de sedimentos.
Además, el tratamiento de desinfección con cloro, indispensable para garantizar la seguridad microbiológica en toda la red, puede dejar un sabor residual que no gusta a todo el mundo. Aquí es donde entra en juego la elección del consumidor final: decidir si y cómo mejorar el agua de su hogar para hacerla más agradable al paladar y perfectamente adaptada a sus hábitos.
Antes de evaluar cualquier sistema de suministro, el paso crucial es conocer el agua. La información es pública y fácilmente accesible. Puedes consultar los análisis periódicos en las páginas web de tu municipio o de la empresa de suministro de agua. Leyendo estos informes, puede encontrar valores importantes como:
Con estos datos en la mano, y con el asesoramiento de un profesional en la materia, se puede empezar a perfilar el sistema de tratamiento ideal. ¿Sólo quiere eliminar el sabor a cloro? ¿O prefiere un agua más ligera y con menos minerales? Las respuestas a estas preguntas le orientarán hacia la tecnología adecuada.
El mercado ofrece varias tecnologías. Veamos las principales, con sus pros y sus contras.
Instalar un buen sistema de distribución doméstica es una inversión que se amortiza con el tiempo. En punto de vista económicoEl coste por litro de agua tratada es insignificante en comparación con el agua embotellada. Una familia de cuatro miembros puede ahorrar varios cientos de euros al año, amortizando rápidamente el gasto inicial.
El impacto medioambiental es quizá la mayor ventaja. Se elimina por completo la necesidad de comprar, transportar y eliminar pesados fardos de botellas de plástico. Esto significa menos producción de plástico, menos emisiones de CO2 por la logística y menos residuos que gestionar.
Un aspecto crucial, a menudo subestimado, es la mantenimiento. Cualquier sistema de dispensación necesita un mantenimiento periódico para funcionar correctamente y con seguridad. La sustitución regular de los filtros de acuerdo con las instrucciones del fabricante es esencial: un filtro agotado no sólo pierde su eficacia, sino que puede convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias. Nuestra experiencia en DKR nos ha enseñado que un servicio estructurado y profesional es lo que marca la diferencia a largo plazo, garantizando que cada sistema de dispensación mantenga su rendimiento y seguridad a lo largo de los años.
Por desgracia, el sector no está exento de prácticas comerciales desleales. Desconfíe siempre de quienes le prometen aguas milagrosas o realiza demostraciones "científicas" en casa para asustarle. La prueba más común es la de la electrólisis: al sumergir dos electrodos en un vaso de agua del grifo, ésta se vuelve oscura y turbia. No se trata de "suciedad oculta", sino de una reacción electroquímica normal que hace precipitar las sales minerales (inofensivas y naturales) del agua. La misma prueba, realizada con agua destilada o de ósmosis inversa (desprovista de minerales), no tendrá ningún efecto. Un profesional serio no utiliza estos trucos, sino que se basa en datos objetivos como los análisis de acueductos para recomendar un sistema de dispensación.
Elegir el sistema de distribución doméstica más adecuado es una decisión importante que requiere información y conocimiento. No existe una solución universal, pero una solución a la medida de cada familiaen función de la calidad del agua de origen y de los propios hábitos de consumo.
Como DKR, basándonos en nuestros 30 años de experiencia, seguimos estando a disposición de los consumidores para guiarles en esta elección, ofreciéndoles asesoramiento profesional y soluciones personalizadas. El objetivo es que cada hogar pueda disfrutar de un agua excelentey respetuoso con el medio ambiente y con la máxima comodidad. Elegir el sistema doméstico adecuado significa invertir hoy en la salud y el futuro de nuestro planeta.